Este proceso ya estaba descrito en la literatura científica, afirma el Cinvestav, sin embargo, los investigadores identificaron que también emplea un sistema alterno que utiliza la aguja como riel para introducir otro tipo de proteínas.
“Lo que hemos descubierto”, explica el autor principal, Fernando Navarro García, “es que la bacteria Escherichia coli utiliza un mecanismo alterno que usa la parte exterior de la aguja de la bacteria como si fuera un riel para introducir la proteína a la célula instestinal, y de esa forma dañarla permanentemente al cortar las proteínas que están relacionadas con el citoesqueleto de actina”. Esto conlleva, según señala, la muerte celular por apoptosis y necrosis.
El uso de la aguja molecular que emplea la bacteria se descubrió a finales de la década de 1990, asegura el Cinvestav. No obstante, la comunidad científica desconocía cómo podía el microorganismo incorporar las proteínas que se encontraba fuera de su citoplasma al interior de la célula que está infectando.
Los investigadores consideran que este hallazgo puede ser útil para introducir proteínas que sean de interés, como, por ejemplo, la insulina. “Cuando un investigador quiere saber qué hace una proteína a una célula debe utilizar un microinyector, que es un equipo costoso. En un futuro, podríamos colocar segmentos de este sistema para meter proteínas exógenas a través de una bacteria”, concluye Fernando Navarro.