Con la finalidad de identificar oportunamente el riesgo de preeclampsia en gestantes, el Instituto Materno Perinatal (INMP) implementó un estrategia. El Programa de Predicción y Prevención de Preeclampsia del MINSAP (Ministerio de Salud) busca disminuir un 60% la incidencia de la preeclampsia severa. Así lo enfatizó Walter Castillo, jefe del Servicio de Medicina Fetal del INMP.
Señales de preclampsia
Entre las señales de alerta de la preeclampsia están dolor de cabeza, zumbidos en los oídos y dependiendo de la gravedad hasta pérdida visual. Además, de hinchazón en los pies lo que indicaría que se está perdiendo proteínas y dolor en la boca del estómago.
Si la gestante demora en identificar esta complicación e ir al establecimiento de salud, el bebé puede fallecer dentro del útero. Además, la madre puede presentar complicaciones renales, hemorrágicas y respiratorias, entre otras. Por otro lado, si la gestante presenta convulsiones es señal de que está entrando a una eclampsia. La complicación grave de esta situación desencadena hemorragia intracerebral hasta comprometer su vida.
Por otro lado, Castillo comentó que, la preeclampsia es una enfermedad hipertensiva del embarazo que afecta la salud de la madre y del feto. Por lo anterior, es importante que entre las semanas 11 y 13 de gestación los especialistas realicen el estudio de factores de riesgos en la madre. Dicha exploración incluye toma medida de la presión arterial en 2 momentos y ecografía Doppler para evaluar las arterias uterinas.
Posteriormente, los datos obtenidos son introducidos en un calculador de riesgo. Si los resultados arrojan un alto riesgo de desarrollar preeclampsia antes de las 37 semanas de gestación la gestante debe iniciar el tratamiento. De esa forma se evitan diversas complicaciones asociadas a la preeclampsia en gestantes e inclusive la muerte.
No obstante, Castillo puntualizó que este mismo procedimiento se aplica nuevamente entre las semanas 20 y 24 de gestación. Dicho estudio busca detectar el riesgo de preeclampsia temprana y posteriormente entre las semanas 30 y 36 para detectar una preeclampsia en gestantes tardía. En ese tenor, destacó que es importante instaurar medidas preventivas y realizar controles clínicos más minuciosos y frecuentes para tomar decisiones oportunas.