Según apunta el centro en una nota, el nuevo protocolo de tratamiento de la agitación psicomotriz parte de la idea de que la inmovilización de un paciente es un “fracaso terapéutico”.
“Hoy en día se sigue inmovilización con correas y otros aparatajes tradicionales, pero algunas unidades de psiquiatría estamos trabajando para erradicar esta práctica y lograr que, ante un episodio de agitación, sea el propio paciente el que, con ayuda de los profesionales, pueda conseguir un estado de calma”, explicó en una sesión clínica el psiquiatra Rodrigo Puente.
De acuerdo con el jefe de servicio, Javier Correas, el llamado proyecto BETA (Best Practice for Evaluation and Treatment of Agitation) se basa en el respeto al paciente y el uso de la palabra para intentar que este colabore en el tratamiento de la agitación psicomotriz. Entre las ventajas de este sistema están:
- El personal y el paciente sufren menos lesiones.
- Se reduce la estancia hospitalaria.
- Aumentan las probabilidades de que el paciente acuda al centro de forma voluntaria en episodios posteriores.
Desde que se ha implantado este protocolo en el Hospital del Henares se han atendido 293 episodios de agitación psicomotriz; el 53% se produjo en Psiquiatría y el 44% en Urgencias. Entre los motivos había trastornos de personalidad (30% de los casos), psicosis (18%) o trastorno bipolar (14%). El 70% colaboraron con el personal sanitario, evitando así medidas coercitivas. El 41% de los pacientes recibieron medicación oral, el 21% inhalada y el 26% medicación intramuscular.
Dentro de este proyecto, los psiquiatras de este centro han formado a más de 90 profesionales del SUMMA 112 desde 2016. Asimismo, se están impartiendo cursos al resto del personal hospitalaria con el convencimiento de que la manera más eficaz de lograr reducir las prácticas coercitivas es cambiar la cultura del personal sanitario.