Guido Rodríguez de Lema es médico internista en la Fundación Jiménez Díaz.

Guido Rodríguez de Lema comenzó como médico residente de Medicina Interna en la Fundación Jiménez Díaz en 2009. En la actualidad es médico adjunto del servicio de urgencias en el hospital madrileño. Podría decirse que, junto a su compañero Juan, se ha convertido en la “celebrity” de la Medicina de los últimos meses. Guido Rodríguez de Lema ha publicado con Juan Sánchez Verde la novela gráfica El club de las batas blancas, de la editorial Penguin Random House (Plan B). En ella cuentan anécdotas reales que ven cada día en las urgencias.

Tal y como explica en una entrevista con MedsBla, la idea de esta novela gráfica era dirigirla a un público más amplio, no solo a médicos. Por este motivo el libro se basa en anécdotas, porque consideran que es lo que más puede interesar. Las anécdotas están noveladas bajo la premisa de una cena de residentes en la que comparten estas historias. Todas las anécdotas están basadas en historias reales. “Todos los datos, obviamente, están adaptados: cambiamos el sexo del paciente y su identidad”, explica Guido.

Según indica este especialista, en urgencias todos los días pasan cosas. Desde que han publicado este libro, han decidido ir a todas las guardias con una libreta para apuntar todo lo que se encuentran.

Una anécdota que recuerda con cariño fue el caso de una señora muy mayor que acudió a urgencias. Por norma general, a pacientes tan mayores se les hace un cuestionario para saber si llegan orientados. Una de las preguntas del cuestionario era con quién vivía, a lo que la señora respondió que con su madre. Guido asegura que se quedaron perplejos porque “la paciente tendría unos 80 y tantos años”, y las probabilidades de que su madre viviese eran reducidas. En un primer momento pensaron que la paciente podría tener demencia, pero se sorprendieron al saber que la madre tenía 102 años.
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Movimiento Medicina Gráfica

El libro es su último trabajo, pero Guido y Juan ya colaboraban en el blog Yo Doctor. El proyecto surgió en 2018. Juan empezó la residencia de Familia un año después de que Guido empezara la de Interna en la Fundación Jiménez Díaz.

Coincidieron durante toda la residencia y se hicieron amigos. Ambos dibujaban ya por entonces. Guido tenía una web comic y Juan ya publicaba “cosillas”. Pero, en la residencia, tenían poco tiempo para otra cosa que no fuera estudiar. Así que el blog comenzó a andar cuando coincidieron en el servicio de urgencias, donde trabajan en la actualidad.

Guido reconoce que se había quedado con ganas, durante la carrera, de estudiar algo relacionado con Bellas Artes. Por eso se apuntó a un máster de dibujo de cómic y Juan se sumó. Un año después, al terminar el curso, empecé a trabajar en otras cosas.  Entre ellas destaca la adaptación de una novela en comic.

“Fue Juan quien un día me dijo que deberíamos hacer algo más orientado a la Medicina”, asegura. Y así nació Yo doctor. “Queríamos hacer una web para fomentar la educación sanitaria”. De esta forma se fueron dando a conocer.

Desde que pusieron en marcha su blog, Guido y Juan han entrado a formar parte del movimiento Medicina Gráfica. Según explica, dan cursos de visual abstract. “Es una corriente innovadora para presentar los papers”, aclara. Este cambio en las publicaciones científicas se dirige a un objetivo, según Guido. Tal y como señala, a día de hoy, llega información por todas partes. Dicha información puede ser o no veraz.

Este especialista considera que ha llegado un momento en el que no solo no da tiempo a contrastar toda esa información, sino que se elige la que más llama la atención. “Y, el lenguaje gráfico es una de las formas de llamar más la atención”, añade.

Esto también tiene sus peligros. Al hacer un dibujo, resumes mucho la información, explica. “Nos hemos dado cuenta de que, hoy, es la única manera de llegar a la gente”. Asegura que llevan poco con este proyecto, pero se han dado cuenta de que tiene un potencial enorme.

Urgenciólogo, un médico “de segunda”

Para Guido, crear la especialidad de urgencias es algo absolutamente necesario. En su opinión, la especialidad es necesaria porque la formación de los especialistas de urgencias varía muchísimo. Es necesario estandarizarlo. Además, es conveniente tener residentes de la especialidad concreta, porque ahora los que hacen guardia en urgencias, se siente “de paso” por el servicio. “No se lo toman tan en serio como en el día a día de su especialidad”. Por otro lado, creo que es súper necesario que se aborde el tema de las guardias 24 horas. “Va a estallar”.

Guido Rodríguez de Lema considera que el sentir de todos los profesionales que trabajan en urgencias es que es necesario que se cree la especialidad. Según señala, si no se hace es por temas políticos o peleas de las diferentes asociaciones, pero no por el trabajador en sí. Este está deseando que eso suceda. Incluso entre los propios compañeros, da la sensación de que el urgenciólogo no es un especialista. “Es como un médico de segunda”, lamenta.

Como fundador de la unidad de ecografía de urgencias de la Fundación, reconoce que la ecografía es esencial en la consulta del médico. De hecho, explica que, en Estados Unidos, en 2018, por medio de un crow funding, se ha creado un sistema de un ecógrafo portátil que se conecta al teléfono móvil. Esto no es algo novedoso, ya se hacía, según indica. Pero este sistema en concreto es muy accesible debido a su precio. Ahora mismo solo existe en Estados Unidos, pero a Europa llegará en este año o al siguiente. “Estoy convencido que, de aquí a 5 años, todos los especialistas de urgencias o de interna tendrán uno”.

En urgencias la usan prácticamente para todo. En el caso de la unidad en la que trabaja Guido, quizá se use más que en otros servicios en los que no sea tan accesible, según reconoce. Para él es súper útil, pero es como el fonendo, por muy bueno que seas con él, no puedes dedicarte solo a curar con este dispositivo, asegura. Es una herramienta que, según Guido, da muchas pistas, orienta mucho en el diagnóstico y aporta mucha seguridad.

Profesionales “atrofiados”

Sobre la relación del médico con la tecnología, este especialista reconoce que los profesionales se atrofian. El tener acceso a más recursos hace casi inabarcable todo ese conocimiento por parte del médico. “No damos para más”. Es un campo tan amplio que en lo que no necesitan, no emplean recursos. “Pero ocurre en todos los aspectos. Desde que tenemos acceso a un móvil con calculadora ya no nos acordamos de hacer una raíz cuadrada a mano”.

Sobre el Big Data, Guido Rodríguez de Lema asegura que no vulnera la identidad del paciente. “Son tal cantidad de datos que individualmente no afecta a nadie”, explica. El problema es más quién tiene acceso a ese Big Data y las intenciones o intereses económicos que pueda tener. Si se usa bien, es muy útil.

Un ministerio para las fake news

En cuanto a la función que pueden jugar las redes sociales en la Medicina, Guido considera que pueden ser útiles para divulgar, no tanto para enseñar. “Divulgar es generar interés por un tema, por lo que enseñar a través de las redes sociales lo veo más complicado”. En este sentido, Guido considera que se está llegado a un deadline en cuanto al uso de internet. Esto quiere decir que la gente solo se informa en internet, explica.

La información que consultan puede ser veraz o no. “Cada cual elije y muchas veces no elegimos bien”, afirma. Por ello, es importante empezar a divulgar por redes sociales, pero hacerlo desde fuentes contrastadas. Guido aventura que, en un futuro, será necesario algún tipo de organismo que regule este tipo de información. “Sería incluso necesario un ministerio que regulase esto”. Según este urgenciólogo, hacer caso a información no veraz, a veces incrementa los costes sanitarios, porque genera morbimortalidad.