Los autores del estudio, liderados por Hemal Kanzaria, analizaron cerca de 368.000 visitas a departamentos de emergencias realizadas por adultos entre 1997 y 2011. El uso cada vez más frecuente de la atención domiciliaria, los últimos avances en la Medicina de Urgencias y Emergencias y las mejoras en la salud pública son algunos de los factores que han provocado que se reduzca la mortalidad en estos servicios.
De los 136 millones de visitas que recibieron los servicios de urgencias de EE. UU. en 2011, solo un 12% requirieron un ingreso hospitalario. Cerca de 40 millones se debieron a lesiones, según los datos del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedadades (CDC). Además, las tasas de mortalidad en urgencias pasaron de 1,48 por cada 1.000 adultos a 0,77.
En el 63% de los casos en los que falleció el paciente, este se encontraba en paro cardiaco, inconsciente o muerto al llegar al servicio de urgencias, según el estudio. Las causas más comunes de otras visitas a emergencias que acabaron en la muerte del paciente incluyeron la falta de aire, la lesión o el dolor de pecho.
Extender el uso de los cuidados paliativos en los servicios de urgencia es otro de los aspectos que puede incidir en la mortalidad. Un estudio de la Universidad de Cantabria realizado en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla señala que los pacientes de edad avanzada y con patología crónica son los que suelen fallecer en urgencias. En cuanto a las patologías, las respiratorias, las de carácter infeccioso y las cardiovasculares son las principales protagonistas como causas de mortalidad en el servicio de urgencias.