Según informa la agencia SINC, los investigadores probaron el efecto de esta proteína en modelos de rata y ratón y compararon los resultados con los obtenidos con la fenilefrina, usada para incrementar la presión arterial y conocida por provocar un crecimiento disfuncional del corazón que se mantiene tras el tratamiento.
La cardiotrofina-1, sin embargo, hace que las células musculares del corazón se transformen en fibras largas y sanas y produce el crecimiento de los vasos sanguíneos, incrementando la capacidad de bombeo del órgano. Al final el tratamiento, el corazón vuelve a su estado habitual.
Asimismo, los científicos comprobaron que la cardiotrofina-1 mejoró la función cardiaca de 2 animales con daños en el corazón, uno consecuencia de un ataque cardiaco que afectada al lado izquierdo y otro de hipertensión pulmonar que dañaba el lado derecho.
Para el cardiólogo Duncan Stewart, coautor del estudio junto a Lynn Megeney, la terapia con cardiotrofina-1 ofrece posibilidades prometedoras para el tratamiento de insuficiencia cardiaca de ambos lados del corazón. Un dato de interés teniendo en cuenta que ahora mismo el único tratamiento para el lado derecho es el trasplante.
El efecto que causa la cardiotrofina-1 en el corazón es similar al que causa el ejercicio; no obstante, la actividad física está limitada para los enfermos con insuficiencia cardiaca. La proteína abre el camino a un posible tratamiento, cuya comercialización depende de las patentes que tendrán que obtener los científicos.