Según recoge la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad), un total de 915 atletas de Reino Unido, Alemania, Grecia, Chipre e Italia realizaron un cuestionario anónimo para evaluar el dopaje en deportistas jóvenes aficionados y las razones de uso o de rechazo.

El análisis de los cuestionarios reveló que en torno a uno de cada 5 deportistas jóvenes aficionados ha usado alguna vez sustancias dopantes. En Grecia y Chipre se registraron los índices de prevalencia de dopaje más altos, frente a los más bajos, registrados en Italia.

Las razones más comunes para usar dopaje en deportistas jóvenes aficionados fueron la mayor rapidez para conseguir el resultado deseado, el menor tiempo de recuperación tras los entrenamientos y la consecución del límite físico.

La preocupación por los posibles efectos adversos, la ausencia de necesidad y el interés por saber hasta dónde se puede llegar de forma natural fueron los argumentos usados para explicar por qué se rechazaba el dopaje en deportistas jóvenes aficionados.

De acuerdo con los autores, el estudio refleja que el dopaje en deportistas jóvenes aficionados se está convirtiendo en un “gran problema”. En ese sentido, subraya la necesidad de llevar a cabo acciones preventivas y esfuerzos conjuntos en el ámbito de la educación contra el uso de sustancias dopantes.