La retroalimentación sensorial del pie es clave para el mantenimiento de los patrones posturales y de desplazamiento generales, así como a nivel deportivo. Es una de las conclusiones de una revisión de estudios realizada por investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Lleida. Los resultados se han publicado en la revista Apunts Medicina de L’Esport.
Tal y como explican los autores, el objetivo del trabajo era analizar la influencia de la sensibilidad plantar en la mejora de la capacidad de reequilibración y de gestión del movimiento, analizando los mecanismos que permiten valorarla y describiendo los factores que influyen en ella. Con este fin, se analizaron 9 artículos publicados entre 2000 y 2016.
De acuerdo con esos estudios, entre los factores externos que influyen en la sensibilidad plantar se encuentran:
- La temperatura.
- El calzado.
- El tipo de superficie de contacto.
- Las vibraciones mecánicas.
- Las plantillas propioceptivas.
- Las hiperqueratosis.
Respecto al último de los factores, se explica que las hiperqueratosis plantares son capaces de inhibir la retroalimentación sensorial en la zona donde se desarrollan, lo cual puede dar lugar a un desplazamiento del centro de presiones desde las áreas de la planta del pie con menor sensibilidad hacia aquellas que tienen mayor sensibilidad.
Tras revisar todos los artículos, los autores concluyen que la retroalimentación sensorial del pie “resulta fundamental en el mantenimiento de los patrones generales (posturales y de desplazamiento) y específicos (deportivos)”.
“Una alteración en la cantidad o calidad de la información aferente plantar no solo podrá alterar la creación de los diferentes patrones, sino que podrá incrementar el riesgo de aparición de lesiones”, añaden los investigadores, para los que deberían considerarse la monitorización continua de los niveles de recogida de información y la creación de tareas de estimulación como vías para evitar lesiones y mejorar el rendimiento.