Este proyecto, programado para 2017, “es clave para establecer un sistema escalonado de tratamiento de enfermedades, lo que quiere decir que diferentes instituciones médicas reciben a diferentes pacientes según la gravedad de sus enfermedades”, según ha explicado Li Bin, directora de la comisión, durante una conferencia nacional de salud.

Así mismo, la alta funcionaria ha recordado que “durante 2016, un 22,2% de los ciudadanos y un 38,8% de los grupos prioritarios disfrutaron de servicios contractuales de médicos de familia en las ciudades que probaron el programa”, y ha solicitado “el esfuerzo de todos para asegurar los servicios de sanidad más convenientes para los residentes que han firmado contratos con médicos de familia”.

En este sentido, Lin Bin ha destacado la necesidad de elevar las proporciones de reembolso de gastos médicos y la de llevar a cabo una transferencia más fácil de pacientes con estados más avanzados a los grandes hospitales.

Por último, para atraer a los especialistas –entre los que se incluyen médicos generalistas registrados en instituciones sanitarias de base, doctores cualificados en clínicas de municipio y doctores rurales– el gobierno chino plantea “proporcionar más oportunidades para la promoción y avance profesional de los médicos” y ajustar sus tarifas de servicio.