La trombosis venosa superficial es una patología vascular considerada como menor, que presenta una alta prevalencia y que suele tratarse en Urgencias o en Atención Primaria, han recordado las cirujanas vasculares en su intervención. En este contexto, han resaltado la importancia de transmitir una actualización de conocimientos a los profesionales sanitarios del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, en concreto, a los médicos de Atención Primaria.
A pesar de que se trata de una patología vascular que “podría ser considerada como banal”, en realidad la trombosis venosa superficial es una inflamación de una vena superficial provocada por un trombo, lo que implica que “no es tan benigna como parece”, pues podría estar vinculada con una trombosis profunda e, incluso, con una embolia de pulmón en algunos casos.
Por este motivo, las cirujanas han incidido en la necesidad de elaborar un diagnóstico correcto, que pueda apoyarse en la ecografía doppler. En esa línea, las especialistas han acompañado la sesión clínica con imágenes de diversos casos clínicos de trombosis venosa superficial y han señalado que el tratamiento debe ser individual para cada paciente y caso específico.
A diferencia de la trombosis venosa profunda, que produce muy poca inflamación, la trombosis venosa superficial implica una reacción inflamatoria súbita, por la que el trombo se adhiere a las paredes de la vena y disminuye el riesgo de que se desprenda. En comparación con las venas profundas, las venas superficiales no tienen músculos que las compriman alrededor y desalojen un trombo, por lo que hay menos probabilidades de embolia, según confirman los especialistas.