Los expertos señalan que el estudio presenta unas bajas tasas de complicación y altos niveles de recuperación funcional. El estudio subraya que la mano quemada es una patología que requiere un abordaje multidisciplinar, sofisticado e intenso, dadas las consecuencias que de ella se pueden derivar.
Los médicos escriben que la rehabilitación es fundamental desde el inicio, y la terapia de compresión juega un papel importante desde el primer momento del tratamiento de estos pacientes. Ante la ausencia de un protocolo de uso establecido, los investigadores presentan la técnica de aplicación del vendaje autoadherente Coban®, convencidos de los beneficios que aporta respecto a otros vendajes o medidas de compresión.
El texto describe que los pacientes experimentaron una reducción del edema inicial, una mejoría en el rango de movimiento y de fuerza, sin alterar por tanto la movilidad de la mano quemada. En la fase tardía de la rehabilitación mejora el aspecto de la cicatriz y reduce de manera significativa el dolor y el prurito. Los médicos escriben que el vendaje autoadherente Coban® permite llevar a cabo esta función de manera sencilla, cómoda para el paciente y económica, sin obstaculizar la movilidad.
Aun así, los médicos dicen ser conscientes de las limitaciones que puede presentar el estudio en cuanto al reducido número de casos y la superposición de procedimientos. “No obstante, en base a los datos obtenidos, hemos podido comprobar que la presoterapia precoz con este vendaje autoadherente reduce y ayuda a prevenir el edema prolongado y sus consecuencias funcionales sobre la mano quemada.