El Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida ha reformado y ampliado su unidad de cuidados intensivos (UCI) gracias a una inversión de 3,5 millones de euros aportados por la diputación. El espacio no solo se ha reequipado con monitores y respiradores de última generación sino que también ha actualizado 15 de sus 22 boxes para hacerlos “reversibles” y aptos para atender tanto a pacientes pediátricos como adultos críticos.
Según informa el propio centro, estos boxes se han renovado con el objetivo de mejorar el confort de los pacientes y ofrecer una atención más humanizada. Así, por ejemplo, los espacios son más anchos, disfrutan de luz natural y más intimidad; además, la UCI está facilitando la entrada de las familias para que puedan acompañar al paciente las 24 horas e involucrarse en su cuidado.
Durante su visita a estos espacios, la consejera de Salud, Alba Vergés, ha “comprobado como los profesionales de la UCI aprecian esta mejora y cómo se ha humanizado la atención, incorporando a las familias, para cumplir el objetivo principal, que es mejorar el servicio para el ciudadano, sobre todo en casos delicados como estos”. En esta línea, la titular de salud ha destacado el centro como hospital de referencia del sistema público en Lleida.
El departamento de Salud se ha comprometido a medio plazo a ampliar y mejorar también el bloque quirúrgico. En un esfuerzo inversor de 15 millones de euros, se construirá una sola área, aunando las 2 actuales. El nuevo espacio, de 3.200 m2 albergará 18 quirófanos (4 más que los actuales), 23 plazas de recuperación postanestésica (3 más) y conectará directamente con la UCI, Urgencias y los servicios de Radiología.