Los investigadores del Hospital Brigham and Women de Boston estudiaron las bases de datos del Colegio Americano de Cirujanos, que contenía registros de 533.513 pacientes adultos con lesiones traumáticas (no relacionadas con quemaduras) y que fueron ingresados en las unidades de cuidados intensivos en EE.UU. entre los años 2007 y 2012.
La mitad de los pacientes permaneció en la UCI más de tres días. En general, el 7% de los pacientes no sobrevivió. Aproximadamente el 10% de los que ingresaron el primer día murieron, en comparación con el 5% de los que se quedaron entre 2 y 9 días, el 7% de los que se quedaron de 10 a 40 días, y el 10% de los que se quedaron más de 40 días.
“Esto no es realmente sorprendente, la tasa de mortalidad por traumatismos (después de la muerte prematura) ha disminuido considerablemente. Especialmente, en ausencia de un traumatismo importante del cerebro”, asegura Jean-Louis Vicent, profesor de medicina de cuidados intensivos en la Universidad de Bruselas, en Bélgica.
Además de la duración de la estancia de los pacientes, se tenían en cuenta otros factores como la edad (si eran pacientes mayores de 35 años), el tipo de lesión (si eran penetrantes), o la raza (si eran negros), en cuyo caso eran más propensos a morir que los demás.
En relación a las variables, Vincent matiza que “los pacientes con trauma tienen buen pronóstico si sobreviven las primeras 48 horas y no tienen una lesión cerebral grave”. Aquellos que, por el contrario, han sido sometidos a cirugía o presentan otras causas tienen más propensión a tener un peor pronóstico cuanto más tiempo permanecen en la UCI, detalló el investigador belga.
Otro factor que ha cambiado y que resulta beneficioso es la involucración de las familias y su presencia durante la estancia de los pacientes en la UCI. Haider, autor principal del estudio, asegura que “muchos servicios de UCI animan a las familias a estar presentes durante las rondas”, no tanto porque sea necesario “comenzar la planificación de la recuperación tan pronto como sea posible” sino porque “es bueno para entender y saber en qué consistirán las necesidades del paciente”.