Entre los cambios adoptados en esta actualización del manejo de la sepsis en urgencias se encuentra el relativo a las nuevas definiciones de sepsis y shock séptico. Según explica SEMES, adoptan como propias las nuevas definiciones surgidas a raíz del consenso internacional, publicadas el año pasado bajo la denominación de Sepsis-3.
Las nuevas directrices recomiendan realizar la resucitación de forma inmediata una vez que se ha detectado una probable sepsis. La desaparición de los paquetes de medidas (bundles) es uno de los aspectos más novedosos de esta actualización, asegura SEMES. La sociedad científica considera que las recomendaciones para el manejo inicial de la sepsis apenas han cambiado con respecto a guías anteriores.
En este sentido, se mantienen la recomendación de administrar al menos 30 ml/kg de cristaloides en las primeras 3 horas en caso de hipoperfusión y de mantener una tensión arterial media de 65 mm Hg en caso de precisar vasopresores. Sin embargo, la nueva guía recomienda reevaluar con frecuencia la situación hemodinámica mediante un examen clínico exhaustivo.
Los autores de esta revisión aconsejan disponer de programas hospitalarios para la mejora de la atención de la sepsis que incluyan su detección en el paciente agudo de riesgo elevado. En relación al diagnóstico, se recomienda la obtención de los cultivos adecuados antes de comenzar el tratamiento antibiótico en pacientes con sospecha de sepsis o shock séptico. Este tratamiento debe administrarse lo antes posible y siempre dentro de la primera hora, aconsejan los autores.
Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias concluyen que el cambio más destacado en las recomendaciones para el manejo inicial del paciente séptico es la desaparición de los paquetes de medidas y el manejo basado en la presión venosa central (PVC) o de saturación venosa central de oxígeno (SvcO2).