La investigación, publicada en la revista Annals of the American Thoracic Society, evaluó los síntomas de la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático en supervivientes a largo plazo del síndrome de distrés respiratorio agudo y los cambios asociados a los niveles de cortisol en pacientes críticos. Dicho estudio se inició para averiguar qué pacientes eran más propensos a desarrollar síntomas psiquiátricos en función de los tratamientos inmunomoduladores.
“Sabemos que las hormonas pueden influir en el cerebro y contribuir de manera positiva o negativa a las enfermedades psiquiátricas. Un estudio previo demostró que un mayor número de días con un tratamiento con corticosteroides reducía el número de síntomas de estrés postraumático después del síndrome de distrés respiratorio agudo”, afirma Spencer-Segal.
En un estudio anterior, Theodore Standiford, autor principal del estudio y jefe de la sección de Neumología y Cuidados Críticos de la Universidad de Michigan, seleccionó a 132 pacientes para administrarles el factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos (GM-CSF, por sus siglas en inglés) o un placebo. Los investigadores administraron el fármaco durante 4 horas diarias durante 14 días mientras estaban en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital.
6 meses después de recibir el alta del hospital, los investigadores pidieron a los participantes que completaran 3 cuestionarios durante una cita de seguimiento, de los que un 45% las completó. Además del formulario de preguntas, los investigadores midieron los niveles de cortisol de cada paciente utilizando un inmunoensayo partir de muestras de sangre extraídas durante la enfermedad aguda.
Reevaluación de GM-CSF
El estudio anterior partió de la hipótesis de que el GM-CSF podría mejorar los días asociados al ventilador y a la mortalidad en pacientes con síndrome de distrés respiratorio agudo, y al hacerlo, también mejoraría la morbilidad psiquiátrica. Sin embargo, el equipo encontró que el fármaco no tuvo ningún efecto en estos 2 aspectos. No obstante, en este nuevo estudio quisieron reevaluar este aspecto y su influencia en otros posibles factores.
"En este estudio, volvimos a evaluar los datos psiquiátricos para averiguar si, a pesar de observar que se producía un efecto neutro en los días asociados al ventilador y a la mortalidad, esta citocina podría afectar a otros resultados psiquiátricos”, explica Spencer-Segal.
Tras el análisis de los cuestionarios, el equipo encontró que el 36% de los pacientes reportaba síntomas psiquiátricos significativos en, al menos, una de las escalas de medición. Los pacientes a los que se les administró GM-CSF reportaron más síntomas de estrés grave y de depresión postraumática que los pacientes que no recibieron tratamiento. Además, las mujeres más jóvenes estaban más graves y tenían menos días de tratamiento. En ellas, el tratamiento con GM-CSF estaba más asociado con más síntomas psiquiátricos graves en, al menos, una escala.
“Debido a que un gran número de pacientes críticos recibe tratamientos con esteroides, esta variable se convirtió en otro factor de análisis del estudio. Así, hemos encontrado que el GM-CSF tendía a empeorar los síntomas de estrés postraumático y de depresión, pero que un tratamiento más largo con esteroides parecía tener un efecto protector, al menos, desde un punto de vista de la ansiedad”, añade Spencer Segal.
Según indica Spencer Segal, el estudio ha demostrado que algunos tratamientos podrían afectar al estrés postraumático de los pacientes. Dichos resultados podrían servir para elaborar tratamientos específicos que protejan a estos pacientes y eviten que desarrollen una enfermedad psiquiátrica en el futuro, aunque ahora no muestren síntomas. En sus propias palabras: “hemos demostrado que el tipo de tratamiento podría influir en los resultados psiquiátricos en pacientes con síndrome de distrés respiratorio agudo”.