La erosión ósea depende de la edad y aumenta con la duración de la psoriasis, que también influye en los entesofitos. Es una de las conclusiones de un estudio de la Universitätsklinikum Erlangen (Alemania) que evalúa de manera simultánea la erosión ósea y los entesofitos en pacientes con psoriasis y artritis psoriásica. Los resultados se han publicado en la revista Arthritis Research & Therapy.

Según los autores, hasta ahora no se había realizado una cuantificación completa y simultánea de los entesofitos y la erosión ósea en las articulaciones de personas con artritis psoriásica. El trabajo buscaba comparar la extensión de la erosión ósea y los entesofitos en dicha población, pacientes con psoriaris y controles sanos, con el fin de determinar cómo influían la duración de la enfermedad o la edad y cuál era el impacto en la función física.

Se realizaron estudios con tomografía computarizada cuantitativa periférica de alta resolución (HR-pQCT, por sus siglas en inglés) y se midieron los entesofitos y las erosiones óseas en función de distintas categorías. De igual modo, se recopilaron datos demográficos y específicos de la enfermedad (incluyendo la función física) de los 203 participantes. De ellos, 101 tenían artritis psoriásica, 55 psoriasis y 47 estaban sanos.

Los pacientes con artritis psoriásica presentaron erosiones óseas y entesofitos significativamente mayores en comparación con los otros 2 grupos. de hecho, los pacientes con psoriasis y los controles sanos no difirieron en las erosiones, aunque los entesofitos fueron más frecuentes entre las personas con psoriasis.

Las erosiones óseas mostraron una fuerte dependencia de la edad en los 3 grupos; sin embargo, los entesofitos estuvieron influenciados sobre todo por la duración de la enfermedad y, frente a las erosiones, se asociaron con una función física más deficiente. Esto, según los autores, hace necesario realizar intervenciones terapéuticas tempranas para prevenir el daño.