Este grupo de investigación ha conseguido determinar que el virus del VIH se transcribe en una subpoblación de células, conocidas como linfocitos T CD4+ effector memory, células de memoria de larga vida que persisten en los pacientes durante años, aunque lleven un tiempo con el tratamiento antirretroviral. Esta es la primera vez que se usa en VIH para determinar el ARN en poblaciones celulares.
El estudio, publicado en la revista mBio de la American Society for Microbiology, muestra que la técnica ARN Fish-flow permite visualizar el RNA viral en las células individuales de forma más sencilla que otras técnicas utilizadas hasta el momento. “Hasta ahora, una de las grandes incógnitas había sido averiguar dónde se encontraba el reservorio y, en concreto, que tipo de células era el que estaba soportando la replicación del virus en pacientes que reciben antirretrovirales”, añade Buzón.
Ventajas de la técnica ARN Fish-flow
Según explica Judith Grau, primera autora del trabajo de investigación y estudiante predoctoral del grupo, “una de las grandes ventajas de la técnica ARN Fish-flow es que permite hacer marcajes de superficie para fenotipar las células con las que se está trabajando e identificar su naturaleza”. Así es como han podido identificar la subpoblación de células T CD4+ effector memory como reservorio del virus en pacientes con tratamiento antirretroviral.
Entre otras ventajas, la técnica ARN Fish-flow permite identificar otros tipos celulares gracias a los marcadores superficiales, así como comprobar si están o no transcribiendo el virus del VIH para diseñar terapias dirigidas a esas células y eliminar el reservorio viral. Los investigadores han puesto en marcha un proyecto para medir la transcripción del virus en cada subpoblación celular al añadir ciertos medicamentos y para conocer cómo diferentes fármacos pueden despertar el virus latente.