Las muertes por sobredosis de opiáceos han provocado un aumento del número de donantes de órganos en Estados Unidos (EE. UU.) afirma un estudio publicado en Annals of Internal Medicine. El objetivo de esta investigación es, según señala el artículo, caracterizar a los donantes que murieron de sobredosis y analizar los resultados entre los receptores de trasplantes.
Para analizar los resultados del trasplante de órganos procedentes de personas muertas por sobredosis, los autores del estudio recopilaron información de 138.565 donantes muertos, 337.934 receptores de trasplantes y 297 centros de trasplante. Los investigadores evaluaron, en primer lugar, la causa de la muerte del donante: por sobredosis, por traumatismo o por razones médicas. Asimismo, se analizó la supervivencia del paciente y del injerto, y el descarte de órganos.
Tal y como detallan los resultados de este estudio sobre las muertes por sobredosis y el incremento de donantes, los autores detectaron 7.313 donantes fallecidos por sobredosis y 19.897 trasplantes procedentes de este tipo de donantes (10.347 riñones, 5.707 hígados, 2.471 corazones y 1.372 pulmones). El número de donantes entre las personas fallecidas por sobredosis pasó del 1,1 al 13,4% entre el año 2000 y el 2017.
Los investigadores destacan que un 85% eran de raza blanca, un 66% tenía entre 21 y 40 años y un 18% estaba infectado de hepatitis C. La supervivencia a 5 años fue similar entre los donantes de órganos por traumatismo que entre los donantes por sobredosis. Lo mismo ocurrió con la supervivencia estandarizada del injerto a 5 años, indica el estudio.
El descarte renal fue mayor para los donantes de órganos por sobredosis que entre los donantes por traumatismo, indica el estudio. Los autores concluyen que las muertes por sobredosis han incrementado el número de donantes y los resultados del trasplante procedente de estas personas no son inferiores a los de los donantes convencionales.