Habitualmente los medicamentos antiarrítmicos se usan para tratar la fibrilación ventricular refractaria o la taquicardia ventricular en pacientes que han padecido una parada cardiaca, sin embargo, estos fármacos no suponen mejoras significativas en la supervivencia, según señala la investigación.
Los pacientes que se sometieron a este estudio habían sufrido un paro cardiaco no traumático y además presentaban fibrilación ventricular refractaria, taquicardia ventricular o acceso vascular. Los parámetros analizados por los investigadores fueron: la supervivencia tras el alta hospitalaria y el estado de sus funciones cerebrales.
De los 3026 participantes, 974 recibieron amiodarona, 993 lidocaína y 1059 placebo. Las tasas de supervivencia tras el alta hospitalaria fueron del 24,4%, 23,7%, y 21%, respectivamente. La diferencia entre el índice de supervivencia al suministrar amiodarona frente a placebo fue de 3,2%; mientras que entre lidocaína y placebo fue de 2,6%. Si se compara amiodarona y lidocaína la diferencia es de 0,7%.
El resultado neurológico al alta fue similar en los tres grupos. Los investigadores concluyen que no existen diferencias significativas entre administrar lidocaína y amiodarona en cuanto a la tasa de supervivencia y las funciones neurológicas.