Si los resultados pudieran aplicarse a humanos, el descubrimiento permitiría aplicar un único tratamiento para las 2 infecciones víricas, según explican los autores. El estudio partió de investigaciones anteriores en las que se habían tomado muestras de sangre a pacientes con el virus del Dengue en el sureste asiático. A través de dichas muestras, el equipo investigador observó que los pacientes habían desarrollado anticuerpos del dengue que eran efectivos contra el virus del Zika.
Los ratones infectados con zika fueron tratados con anticuerpos del dengue en los primeros 5 días tras la infección y fueron monitorizados durante 21 días. Los investigadores descubrieron que el tratamiento con anticuerpos anti-EDE1 reducía las muertes y la pérdida de peso en comparación con un grupo control. Además, en los experimentos con roedores gestantes que habían sido infectados con zika, solo se observó una muerte por cada 10 nacimientos, en comparación con una pérdida del 90% de las crías en el grupo control.
Inmunización vírica doble
Estudios anteriores han demostrado que tener una infección previa de dengue podía provocar una reacción más grave al entrar en contacto con el zika. A través de un fenómeno conocido como mejora dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés), estos se adhieren al virus del Zika y lo “etiquetan” con el objetivo de destruirlo. Sin embargo, las células inmunológicas encargadas de eliminar el virus son incapaces de realizar esta tarea, por lo que el virus acaba invadiéndolas.
Esta investigación muestra que la modificación de los anticuerpos anti-EDE1 podrían superar estas dificultades, sin perder su eficacia. Así, a través de los anticuerpos del dengue se podría desarrollar una doble vacuna contra los virus del Zika y del Dengue, según señalan los investigadores.
El estudio “muestra por primera vez que los anticuerpos que anteriormente habíamos considerado efectivos contra el dengue tienen la posibilidad de proteger contra el virus del Zika en los ratones y puede llevar al tratamiento de las primeras etapas de la infección”, señala Gavin Screaton, autor del estudio e investigador del Imperial College London.