Según informa Infosalus, ciertos elementos que normalmente excreta un riñón sano pueden acumularse en pacientes con enfermedades renales crónicas (ERC) y aumentar el riesgo de muerte prematura y de padecer patologías cardiovasculares asociado a dichos problemas nefrológicos.
Entre esos elementos se encuentran los metabolitos producidos por las bacterias intestinales, por su naturaleza tóxica y la dependencia del organismo de los riñones para excretarlos. Uno de esos metabolitos, la fenilacetilglutamina (PAG), fue el objeto de este estudio. Durante 3,5 años de media, se analizó este compuesto en 488 pacientes.
Durante la investigación, los científicos detectaron que las personas con ERC avanzada tenían niveles más altos de PAG en sangre. Asimismo, en los pacientes con el citado metolito alto tenían un riesgo mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares o incluso morir durante el seguimiento.
De acuerdo con Meijers, el estudio evidencia que la microbiota intestinal puede contribuir a aumentar la carga de enfermedad en enfermos renales, además de poner la base para futuros tratamientos que incluyan medidas dietéticas y fármacos y que mejoren el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. En cualquier caso, será necesario seguir estudiando estos metabolitos.