Una investigación realizada por la OMS y el Fondo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para la Infancia Unicef concluyó que la muerte de estos 15 niños se debió a una toxicidad severa por una vacuna en mal estado. 32 niños más padecían fiebre, diarrea y vómitos, pero se recuperaron al poco tiempo.
Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, explicó que los equipos de vacunación habían sido entrenados por la propia organización y que había que analizar las razones por las que no se trasmitió la formación a todos los equipos. Las vacunas que hicieron que 15 niños murieran en Sudán habían sido suministradas por Unicef.
Malas condiciones de conservación
El equipo de vacunación usó la misma jeringuilla para múltiples viales durante los 2-4 días que duró la campaña. Además, las vacunas no se mantuvieron en las condiciones de refrigeración necesarias para su óptima conservación, ya que se mantuvieron en un edificio sin frigoríficos durante los días que duró la campaña.
El ministro de Salud de Sudán del Sur, Riek Gai Kok manifestó su dolor ante los 15 niños muertos en el país y señaló en rueda de prensa que "estos eventos trágicos se podrían haber evitado mediante la adhesión a las normas de la OMS de seguridad". El riesgo de sarampión en este país sigue siendo elevado porque el conflicto armado ha suspendido los servicios sanitarios.