Tras confirmar la muerte de la menor, el Ministerio de Salud italiano ha publicado que enviará a un equipo de expertos para investigar este extraño caso. La niña, hospitalizada en el norteño pueblo de Trento, no había estado en países infectados por el paludismo, y la fuente de su contagio es incierta, según informa la junta de salud de la ciudad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró Europa una región libre de paludismo en 2016, pero la enfermedad aparece importada por personas que regresan de zonas de riesgo en el extranjero. En Italia, ha habido recientemente un promedio de más de 600 casos por año.
Según la OMS, el 90% de los casos de malaria y el 92% de las muertes se producen en África. No se han reportado muertes por la enfermedad en Europa desde al menos el año 2000, según la OMS. Giampiero Carosi, inmunólogo de la Universidad de Brescia, opina que un mosquito pudo haber mordido a un portador de la enfermedad en la misma Italia y que luego, el insecto picó a la niña. "Es un caso excepcional", comenta el médico.
Las autoridades sanitarias de Trento dijeron que el creciente número de viajeros internacionales y los flujos migratorios procedentes de las zonas endémicas contribuyen a la propagación de la malaria. El partido de extrema derecha y antiinmigrante de la Liga Norte propone "el sellado hermético de las fronteras, las expulsiones en masa y un amplio y exhaustivo control sanitario de los solicitantes de asilo".