La publicidad de bebidas alcohólicas está por todas partes e influye en el consumo entre jóvenes, según apunta un estudio de la Universidad de Alcalá. La investigación se ha centrado en Madrid y señala que la “omnipresencia de los productos con contenido de alcohol en el paisaje urbano puede influir en la normalización del consumo del mismo”. Así lo expresa Xisca Sureda, investigadora del equipo Heart Healthy Hoods, que ha elaborado el trabajo.
Los investigadores han contado con la colaboración de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública. "En España, hay políticas que regulan parcialmente la promoción directa e indirecta del alcohol en determinados espacios públicos. Sin embargo, la presión de la industria del alcohol es evidente, y las restricciones legales se burlan mediante diferentes estrategias”, indica la investigadora.
La publicidad de bebidas alcohólicas consigue colarse en el día a día de los ciudadanos “a través de anuncios presuntamente basados en el patrocinio, la publicidad de bebidas de baja graduación o bien mediante el uso de puntos de venta de alcohol para hacer publicidad de sus productos a través de promociones o descuentos”, señala el estudio. El equipo también subraya que, por otro lado, la alta visibilidad del alcohol en las calles también surge del propio consumo entre los ciudadanos.
“La presencia de botellas desechadas u otros recipientes en el espacio público sugiere una aplicación deficiente de las regulaciones existentes relacionadas con el alcohol”. Los expertos indican que esta exposición del alcohol en los ambientes urbanos contribuye a su publicidad y a la normalización de su consumo, “lo que influye significativamente en los patrones de consumo". El estudio indica que, en Europa, donde los niveles de consumo son los más altos del mundo, el 13,3% de las muertes se pueden atribuir al alcohol.
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2014, el consumo nocivo de alcohol es responsable del 5,9% de todas las muertes y del 5,1% de la carga mundial de morbilidad. El estudio forma parte de un proyecto que ha sido financiado por el Plan Nacional sobre Drogas y por el Consejo Europeo de Investigación.