Txintxurreta ha centrado la investigación en el uso de antibióticos de amplio espectro en farmacias hospitalarias y en los mecanismos por los que algunas bacterias desarrollan resistencia antibiótica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente, 480.000 personas en el mundo presentan alguna bacteria multirresistente cada año.
“Algunas enfermedades que estaban en camino de ser erradicadas están volviendo a resurgir y la incidencia de enfermedades como la tuberculosis o el paludismo está aumentando debido, entre otros factores, al problema de la resistencia”, alerta la investigadora.
Evitar quedarse sin recursos
Además, una de las peores consecuencias podría ser quedarse "sin armas para combatir las infecciones" y que "muchas prácticas clínicas, como la cirugía, el trasplante de órganos, los tratamientos contra la diabetes o la quimioterapia, podrían volverse muy peligrosas debido a la falta de antibióticos eficaces", destaca la estudiante de farmacia.
El abuso de los antibióticos y su uso incorrecto son algunos de los hechos que deberían tenerse en cuenta, tanto por parte de los profesionales como de los pacientes, señala Txintxurreta. Asimismo, el sector ganadero debería estar informado sobre las repercusiones del uso de antibióticos en animales debido a la resistencia antibiótica que ciertos microorganismos generan por esta causa, matiza la experta.
Hacer frente a la resistencia antibiótica “está en mano de todos”, destaca Txintxurreta. En su opinión, la ingesta de antibióticos solo debe realizarse bajo prescripción médica y en aquellos casos en los que sea estrictamente necesario. Posteriormente, el paciente debe completar la prescripción para evitar que los microorganismos se vuelvan resistentes, concluye la autora de la investigación.