Más de 65.000 voluntarios han participado en una operación de 5 días que consistía en ir puerta a puerta para vacunar a cuantos más menores de 5 años posibles. Las otras 3 campañas se realizarán a lo largo de este año 2017 pese al hecho de que los talibanes dificulten la vacunación contra la polio. Para esta enfermedad no existe cura; solo la vacuna sirve como medida preventiva, de ahí la importancia de las campañas.
Afganistán, Pakistán y Nigeria siguen registrando casos de esta enfermedad vírica y altamente contagiosa. Aunque los casos se han ido reduciendo desde hace 2 años (2015 registró 20 casos y 2016, 13), en lo que va de año ya se han detectado 2 casos de polio en Afganistán.
Miles de niños no pudieron vacunarse en el 2016 por el conflicto con los talibanes. Los equipos los equipos de vacunación no pueden trabajar en algunas zonas de las provincias de Helmand, Farah, Kandahar y Paktika, y se cree que los talibanes impedirán la vacunación de la polio de 160.000 niños en la provincia de Kunduz, en el norte de Afgansitán.
La polio supone una gran amenaza para los pacientes pediátricos, según informan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tal y como dicen desde la organización, 1 de cada 200 infecciones por esta enfermedad provoca una parálisis permanente, y causa la muerte en el 10% de los niños afectados.
En 2014, los talibanes impidieron la vacunación de la polio puerta a puerta en Helmand por si había “espías” que quisieran recopilar información sobre las actividades talibanes o los miembros de la organización. Según los últimos datos, el Gobierno controla menos del 60% del territorio afgano.