En su día a día como microbiólogo dispone de herramientas como el MALDI-TOF que le permite identificar una infección bacteriana en minutos. No obstante, este especialista reconoce que, como cualquier otra especialidad, la Microbiología también tiene sus carencias. Una de ellas es el desarrollo de técnicas diagnósticas que sean más rápidas, sensibles y que tengan un menor precio, ha explicado el doctor Reina.
En este sentido, ha reconocido que habría que mejorar herramientas como los antibiogramas, a partir de los cuales obtienen los datos de resistencia a antibióticos, para que fueran más rápidas y agilizaran el proceso. “Debemos contar con pruebas igualmente fiables, pero más ágiles”, ha añadido el microbiólogo de la CUN.
Este especialista en Microbiología se dedica, fundamentalmente, a las aplicaciones de la microbiología molecular, una rama de la Biología que estudia los fenómenos biológicos en términos moleculares. Tal y como asegura la CUN, la introducción de técnicas moleculares como complemento o ampliación de las técnicas tradicionales está potenciando la capacidad diagnóstica. En ocasiones, las técnicas moleculares son la mejor y, a veces, la única manera de diagnosticar infecciones causadas por microorganismos no cultivables.
En relación a las patologías que más suele tratar el Servicio de Microbiología de la CUN, el doctor Gabriel Reina destaca las infecciones del tracto respiratorio (neumonías, tuberculosis…) y las del tracto urinario. Exhudados y muestras de sangre, orina y heces son parte del día a día de este especialista que insiste en que su mayor demanda es la obtención rápida de antibiogramas con interpretación del mecanismo resistente a antibióticos.
En relación al uso de otras tecnologías más avanzadas, como la Inteligencia Artificial, el especialista asegura que es “una herramienta que puede ayudar, pero existen muchas variables en la interpretación del resultado que requiere la presencia del profesional”, concluye.