“No todos los tipos de Salmonella son iguales”, explica Rachel Miller, autora de la investigación. Según el Center for Disease Control (CDC), existen más de 2.500 tipos de Salmonella, aunque menos de 100 variedades son las encargadas de provocar enfermedades que son transmitidas a través de los alimentos. Esta bacteria provoca 1,2 millones de casos de salmonela no tifoidea y cerca de 450 muertes anuales en Estados Unidos.
Los investigadores examinaron varios serotipos de Salmonella que codifican para la toxina de distensión citoletal (SCDT), un componente de virulencia del serotipo typhimurium, que produce fiebre tifoidea. Así, encontraron que los serotipos de Salmonella Javiana, Montevideo, Oranienburg y Mississippi, responsables del mayor número de enfermedades transmitidas a través de alimentos, también tenían material genético que codificaba para SCDT.
"Piense en el daño que se produce en el ADN con el siguiente ejemplo: aplicamos protector solar para evitar que el sol dañe la piel” por una sobreexposición a largo plazo. En este caso, “la bacteria de la Salmonella actúa de forma similar. Cuanto más se expongan las células corporales a daños en el ADN, mayor será el daño de ADN que debe ser reparado, y es posible que un día no sea posible repararlo correctamente. Todavía se desconoce el verdadero daño permanente a partir de estas infecciones por Salmonella”, explica Miller, profesor del grupo de Cornell Food Science.
Según recalca este docente, el ADN dañado de una persona como consecuencia de una infección por Salmonella podría originar consecuencias para la salud a largo plazo, una vez que la infección ha desaparecido, especialmente en la incapacidad o lentitud para eliminar patógenos transmitidos a través de los alimentos.