En el estudio prospectivo, publicado en la revista Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, se incluyeron a 46 participantes con isquemia crítica del miembro inferior que había recibido tratamiento antibiótico. De todos ellos, 6 fueron tratados con clindamicina, 9 con vancomicina, 8 con linezolid, 18 con levofloxacino, 9 con ceftazidima y 11 con meropenem.
Se establecieron 3 niveles de perfusión el miembro inferior para medir la presión transcutánea de oxígeno (TcPO2). Además, se obtuvo una muestra de sangre y biopsias de piel, músculo y hueso de cada uno de los niveles de perfusión. La concentración del antibiótico se obtuvo mediante HPLC.
Los resultados mostraron que las concentraciones en piel de vancomicina, levofloxacino y ceftazidima dependían del nivel de perfusión. Además, vancomicina y levofloxacino difundían peor en hueso que en otros tejidos. La concentración de ceftazidima no superó el punto de corte de Pseudomonas aeruginosa en tejidos isquémicos.
Por otra parte, linezolid y meropenem difundieron en todos los tejidos independientemente de la perfusión, y alcanzaron concentraciones superiores a la mínima inhibitoria de los microrganismos objetivo. Gracias a ello, aseguraron su efectividad en tejidos isquémicos.