“Descubrimos que el Steptocococcus del grupo A (SA) puede sobrevivir y multiplicarse en las células endoteliales, pero las células epiteliales eliminan la infección de estos microorganismos a través de la xenofagia, lo que explica una ubiquitinación insuficiente de los SA” explica Yoshimori.  La ubiquitinación es un proceso común de marcaje utilizado por la autofagia para marcar el material celular que debe ser eliminado, aclara el autor. 

Estas marcas originan como resultado la estructura de una membrana que se forma alrededor del material. Esta estructura no estaba presente alrededor de los SA en las células endoteliales, pero sí estaba presente alrededor de los SA en células epiteliales, indican los investigadores. “Si la ubiquitina puede activar la xenofagia, entonces sabemos que la célula tiene todo lo que necesita. El reto es identificar las moléculas que pueden activar este sistema para poder descubrir nuevos fármacos”.

Buscar nuevas vías de xenofagia

Los investigadores buscaron sustancias químicas que regulan esta vía de señalización. Así, encontraron que la proteína 8-nitro-cgmp se expresaba a niveles mucho más bajos en las células endoteliales que en las epiteliales. De hecho, la inhibición de esta molécula permitió que los SA proliferaran en las células epiteliales, pero no tuvo ningún efecto sobre la supervivencia de los SA en las células endoteliales. Sin embargo, Kawabata considera que los reguladores de óxido nítrico no son prácticos.

“El problema con el óxido nítrico es que es un vasodilatador. Hay una razón evolutiva de que el sistema vascular no produzca demasiado óxido nítrico porque corre el riesgo de una tener una presión arterial muy baja”, asegura Kawabata. Por este motivo, considera que debe prestarse atención a otras vías moleculares que regulan la ubiquitinación.

Aunque el estudio apuntaba a la señalización del óxido nítrico, los investigadores también consideran que factores independientes de esta sustancia podrían regular la capacidad de la ubiquitina para producir xenofagia en SA. “Creemos que hay una vía independiente de óxido nítrico que regula la ubiquitinación y que podría convertirse en un nuevo enfoque prometedor para combatir el SA", aseguran los expertos.