Muchos microorganismos realizan cambios radicales en su metabolismo cuando no tienen las condiciones necesarias para sobrevivir, como la falta de alimento. Cuando las cianobacterias no tienen nitrógeno, cesan su crecimiento y entran en un estado latente de letargo. De esta forma, pueden sobrevivir largos periodos sin nutrientes, y reproducirse en cuanto tienen una fuente accesible de nitrógeno.
“Las células solo parecen muertas. Sus funciones vitales vuelven a aparecer de la nada”, explica Karl Forchhammer, investigador del estudio. “En nuestros experimentos, el plan de reactivación celular comenzó casi en el instante en que agregamos nitrato. El proceso está muy bien organizado", afirma el investigador.
En la primera fase, las bacterias no realizaron la actividad de la fotosíntesis, sino que aprovecharon sus reservas para obtener energía rápidamente. Los procesos celulares se activaron de acuerdo con un “estricta programación” genética de prioridades, según indican los investigadores.
Lo primero que realizaron para su activación fue generar mecanismos de sintetización de proteínas junto con la ingesta y el procesamiento de nitrógeno. “Hasta entre 12 y 16 horas más tarde no iniciaron la fotosíntesis, y la reactivación se alcanzó después de 48 horas. A continuación, las células comenzaron a crecer y dividirse de nuevo”, explica Alexander Klotz, estudiante del grupo de investigación.
La latencia también se produce en otras bacterias que colonizan ambientes con deficiencias de nutrientes. "Se podía ver el estado latente como una especie de banco de semillas, un reservorio de células que pueden propagarse rápidamente en cuanto las condiciones ambientales son favorables", dicen los investigadores.