Desarrollar nuevos antibióticos para combatir las bacterias multirresistentes es una de las prioridades de la Medicina actual. Investigadores del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) han probado el potencial de la gentamicina C1a y la apramicina. También han participado el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, la Universidad de Tübingen (Alemania) y biotecnólogos eslovenos. Los resultados se han publicado en Scientific Reports.
Según recoge SINC, los científicos evaluaron una amplia muestra de aminoglucósidos. Estos agentes antibacterianos son altamente eficaces, pero provocan serios daños en el riñón y el oído. De acuerdo con la investigadora María Beatriz Durán, el efecto nefrotóxico suele ser reversible. No ocurre lo mismo con la ototoxicidad.
“Las células ciliadas del oído interno -añade Durán-, dañadas por estos antibióticos, no se recuperan ni son reemplazadas por nuevas”. Esto da lugar a pérdida de audición, pérdida de equilibro y problemas de vértigo, entre otros. Por esta razón, este tipo de fármacos se usan solo como “última defensa” ante infecciones graves que dan lugar a sepsis, peritonitis o neumonía.
Nuevos antibióticos aminoglucósidos
El objetivo del trabajo era encontrar nuevos antibióticos aminoglicósidos que puedan acabar con bacterias multirresistentes con poca toxicidad. De esta forma, buscaron los fármacos capaces de eliminar los patógenos a concentraciones más bajas. Al mismo tiempo, analizaron la toxicidad en células de ratón que representaban tipos celulares similares a las células ciliadas del oído. Esas son las que los aminoglucósidos dañan, provocando problemas de audición.
Los antibióticos con toxicidad baja o inexistente se probaron luego en tejido coclear de ratones. Por último, se probó la selección en cobayas. El estudio reveló que la capacidad auditiva no se veía afectada en las concentraciones de aminoglicósidos habituales. Sin embargo, se detectaron daños en la comunicación de las células ciliadas internas con las neuronas auditivas. Según Durán, esto debe tenerse en cuenta a la hora de valorar la ototoxicidad de los fármacos.
De todos los estudiados, la gentamicina C1a y la apramicina destacaron como nuevos antibióticos de potencial uso habitual ante resistencias. “El trabajo es fruto del interés de estos grupos de aunar sus líneas de trabajo, en un esfuerzo por llevar sus estudios de un plano de investigación básica hacia una aplicación terapéutica, llegar a un punto en el que el paciente se beneficie directamente de la investigación”, concluye la investigadora.