El cáncer de próstata puede manejarse en trasplantados renales de la misma manera en que se aborda en la población general. Es la conclusión de un estudio de investigadores del Hospital Universitario de Bellvitge del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL). Los resultados se han publicado en las Actas Urológicas Españolas.
Tal y como explican los autores, no existen consensos sobre el manejo del cáncer de próstata en receptores de trasplante renal. El trabajo analiza la experiencia del citado hospital en el diagnóstico y tratamiento de dicha población. Se realizó un estudio monocéntrico retrospectivo de una base de datos prospectiva y consecutiva del 2003 al 2017.
De los 1.330 trasplantes renales realizados en ese periodo, 787 fueron en varones; se diagnosticó cáncer de próstata a 33 de ellos. La media de antígeno prostático específico (PSA) fue de 8,8 ng/ml y la ratio de 0,19. El tiempo medio entre el trasplante renal y el diagnóstico de cáncer de próstata fue de 130 meses. En cuanto al tratamiento, incluyó:
- Prostatectomía radical (66,7% de los casos).
- Radioterapia más terapia de privación androgénica (21,2%).
- Vigilancia activa (9,1%).
- Terapia de privación androgénica (3%).
Tras la prostatectomía, se registró recurrencia bioquímica en 2 pacientes, a los que se trató con radioterapia. No se notificaron pérdidas del injerto ni deterioro de la función renal atribuibles al tratamiento del cáncer de próstata. En la totalidad de los casos el cáncer remitió. Con estos datos, los investigadores recomiendan la vigilancia activa en los trasplantados renales a pesar de estar bajo tratamiento inmunosupresor.