Además, esta terapia aumenta la seguridad del paciente con insuficiencia renal durante el proceso y reduce los riesgos asociados a esta práctica. Por este motivo, especialistas de Medicina Intensiva del Complejo Hospitalario de Huelva han apostado por la incorporación de esta nueva terapia para cuidar a los pacientes que requieren de un tratamiento precoz de la insuficiencia renal, pero con un sistema más delicado y continuo que el proporcionado por la hemodiálisis.
Según confirman los médicos de la unidad, hasta 70 pacientes podrían beneficiarse del uso anual del citrato para la realización de la técnica. Con ello, se evitarían los efectos de ciertos fármacos anticoagulantes en pacientes complejos por su predisposición al sangrado. Gracias a este sistema, no sería necesario suspender de forma momentánea la terapia y se reducirían los tiempos de realización de la técnica, además de aumentar la eficiencia y la seguridad.
Las sesiones son diarias y duran entre 12 y 24 horas, lo que permite un retiro extracorpóreo de la sangre de forma gradual y un menor riesgo de hipotensión, especialmente importante en pacientes que suelen encontrarse en un estado inconsciente. Por otra parte, el ctitrato agregado en el proceso de depuración se une al calcio del paciente para evitar la coagulación, por lo que se vuelve a añadir calcio al torrente sanguíneo para que vuelva a los niveles normales.
Aproximadamente un 10% de las personas ingresadas en la UCI se corresponden con pacientes críticos con fracaso renal agudo. Este sistema de hemofiltración permite que la sangre circule a través de circuitos de conductos hacia membranas semipermeables que actúan como filtros, en los que son removidos los residuos tóxicos y el agua. Un líquido de reemplazo se incorpora a la sangre filtrada completándose el circuito de retorno al paciente.
El dispositivo también ofrece la posibilidad de realizar otras técnicas, como la plasmaféresis o, un tratamiento fundamental en ciertas patologías de carácter inmunológico, y la hemoperfusión, que facilita la extracción de elementos nocivos presentes en el fluido sanguíneo producida por una intoxicación causada por diferentes sustancias. La terapia, unida determinados fármacos, también mejora el pronóstico de los pacientes que sufren sepsis severa.