La diálisis peritoneal como tratamiento renal sustitutivo (TRS) de inicio ha aumentado un 30% en la última década en España, según se puso de manifiesto en la X Reunión Nacional de Diálisis Peritoneal que celebró la Sociedad Española de Nefrología (SEN) recientemente en Santiago de Compostela. Esto supone que la diálisis peritoneal representa el 16,7% de los tratamientos de inicio que se administran, con 23,7 personas por cada millón de habitantes.
De acuerdo con la sociedad, la prevalencia media de la diálisis peritoneal como técnica de tratamiento de los enfermos renales es del 5,5%. En las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no se realiza este tipo de terapia, mientras que Navarra, Andalucía y Cataluña son las regiones con tasas más bajas con el 3,4, el 3,6 y el 4% respectivamente. En 2016, País Vasco fue la comunidad donde menos personas comenzaron su TRS con diálisis peritoneal.
Según el registro de la SEN, un total de 6.615 españoles iniciaron TRS en 2016, de los cuales 1.102 empezaron a recibir diálisis peritoneal, 5.197 personas comenzaron a recibir hemodiálisis, 316 fueron trasplantadas de riñón. De hecho, solo el 12% de las personas que reciben diálisis crónica lo hacen a través de diálisis peritoneal. El 42,2% recibe hemodiálisis y el 52,4% trasplante renal.
El futuro de la atención
La diálisis peritoneal permite al paciente recibir su tratamiento en casa. Diversos estudios confirman que su uso tiene impacto positivo en los resultados clínicos, “ya que preserva mejor la función renal residual y mejora el coste-eficiencia del tratamiento”. En opinión de la SEN, “el despegue definitivo y homogéneo en toda España de esta opción terapéutica para el TRS necesitaría de una apuesta decidida, incorporando más recursos que lo permitan”.
Las técnicas domiciliarias para el TRS y el trasplante renal anticipado de donante vivo representan, para los expertos de la sociedad, “el futuro de la asistencia sanitaria” a los enfermos renales crónicos. “Teniendo en cuenta que la población de pacientes que alcanza enfermedad renal crónica en etapa final está creciendo en edad, fragilidad, comorbilidad y dependencia, y todo ello es uno de los principales obstáculos para que crezca la diálisis peritoneal, las autoridades sanitarias deberían apostar por una diálisis peritoneal asistida por personal de enfermería preparado que pudiera dar soporte a domicilio a este tipo de pacientes”.