“Si en verano no se aumenta la hidratación, el incremento de las pérdidas de agua por la sudoración produce una sobresaturación de cristales en orina que favorece el riesgo de precipitación y, por lo tanto, la formación del cálculo”, ha señalado en un comunicado de la Consejería de Sanidad de Madrid.
De acuerdo con el especialista, tanto la falta de hidratación como una dieta rica en sal favorecen la aparición de piedras en el riñón. “Las dietas ricas en sal -ha explicado- favorecen una eliminación excesiva del calcio y, por lo tanto, un incremento del riesgo de cristalización y precipitación, favoreciendo la formación de la litiasis”.
Asimismo, las dietas hipercalóricas e hipeproteícas se asocian significativamente con la incidencia de la litiasis, un problema que se produce entre los 30 y los 50 años. Para evitarlo, el médico recomienda:
- Hidratación adecuada.
- Disminución de la ingesta de sal y proteínas animales.
Según Sánchez, el síntoma más frecuente de litiasis es el “dolor de tipo cólico en la zona lumbar, irradiado hacia la región inferior del abdomen con náuseas y vómitos, asociados o no a un incremento de la frecuencia miccional y sangre en orina, principalmente”.
“Debemos distinguir el tratamiento de la fase aguda como sucede con el cólico renoureteral y tratarlo mediante analgésicos e hidratación”, ha añadido el urólogo, quien ha explicado que el tratamiento definitivo de los cálculos renales conlleva su fragmentación por ondas de choque o en quirófano.
“Se puede hacer prevención recidiva mediante la corrección de los trastornos metabólicos de base, si existen, como elevación del ácido úrico en sangre u orina, excreción en exceso de calcio en orina, etc.”, ha concluido el jefe de urología sobre esta patología provocada, entre otros factores, por la falta de hidratación.