El estudio retrospectivo contó con la participación de 1.914 hombre y 1.420 mujeres de entre 22 y 79 años que eran pacientes de espondilitis anquilosante, así como con 7.656 hombres y 5.680 mujeres sin EA, todos ellos de entre 21 y 78 años.
Los datos de estos pacientes se obtuvieron de los archivos del Taiwan National Health Insurance Research, y tras un seguimiento de más de 6 años, los investigadores hallaron que el 4,8% de todos los sujetos de estudio habían sido diagnosticados de nefrolitiasis.
Los porcentajes de cálculos renales diagnosticados para cada cohorte fueron de 5,76% y 4,58% para pacientes con y sin EA, respectivamente. Tras ajustar el sexo de los pacientes, la edad, el nivel de urbanización, y las comorbilidades “nuestros hallazgos indican que los pacientes con EA son más propensos a generar cálculos renales”, concluye Wen Chi Chen, autor principal del estudio.
La investigación, publicada por la revista Archives of Rheumatology, también confirma que el sexo masculino, con o sin EA, es más proclive a desarrollar este tipo de problemas en el riñón.