El tratamiento con antibióticos en las 3 horas siguientes al diagnóstico de la sepsis y el shock séptico se asociaba con una menor mortalidad. Por cada hora adicional de retraso en la administración del tratamiento correspondiente, la mortalidad aumentaba un 4%, según se muestra en el estudio, publicado en la revista The New England Journal of Medicine.
Los protocolos de detección y tratamiento de la sepsis y el shock séptico comenzaron a llevarse a cabo en algunos hospitales a partir del año 2014, indican los investigadores en un comunicado. Estos protocolos estaban basados en la administración adecuada de los antibióticos, la medición del lactato y el análisis de sangre en las 3 horas siguientes a la llegada del paciente.
Estos 3 procedimientos se conocen como three-hour bundle. El estudio examinó si el tratamiento precoz se asociaba con mejores resultados en los pacientes que acudieron al hospital y que fueron tratados en las 12 horas siguientes a su llegada. Otra investigación de la University of Pennsylvania Perelman School of Medicine, publicada en la revista JAMA, analizó la predicción que realizaban los médicos intensivistas respecto a la morbilidad y mortalidad del paciente a los 6 meses.
Las conclusiones de dicho estudio muestran que los médicos predecían con mayor precisión la mortalidad general a 6 meses, mientras que las enfermeras predecían mejor la mortalidad hospitalaria. Ambos predecían con bastante fiabilidad la recuperación cognitiva y consideraban que el tratamiento precoz en las 3 horas siguientes al diagnóstico o a la llegada del paciente al hospital mejoraba la supervivencia en pacientes críticos con sepsis y shock séptico.