La paciente afectada por un hematoma epidural espinal espontáneo, de 34 años y en estado de gestación de 34 semanas, se presentó en el centro aquejada de dolor agudo en la espalda, paraplejia y pérdida de sensibilidad desde la línea del pezón hacia abajo. La mujer confirmó que no existían traumatismos previos ni consumo de medicamentos sin receta; tampoco antecedente familiares de trastornos de coagulación.
Ante la sospecha de hematoma epidural espinal espontáneo, el equipo realizó un examen rectal en el que comprobaron el buen tono muscular de la paciente que, sin embargo, era incapaz de contraer voluntariamente el esfínter y carecía de sensibilidad perianal. El recuento de plaquetas y el tiempo de protrombina se hallaban dentro de los parámetros normales.
Tal como se explica en el caso clínico, publicado en la revista Journal of Orthopaedics, Trauma and Rehabilitation, la RM evidenció una lesión extradural e intraespinal de 3,3 centímetros de longitud a nivel T2/T3 de la columna torácica. El hematoma epidural espinal espontáneo estaba comprimiendo la médula espinal.
Gracias a una consulta obstétrica urgente los médicos pudieron comprobar las buenas condiciones del feto. Tras administrar esteroides a la paciente para mejorar la maduración pulmonar fetal, en previsión de un posible parto prematuro, el equipo procedió a tratar en hematoma epidural espinal espontáneo mediante cirugía de descompresión.
Tanto la eliminación del hematoma epidural espinal espontáneo como la posterior rehabilitación de la paciente y los análisis histiológicos del tejido fueron satisfactorios. La mujer, que recibió el alta a los 15 días, tuvo un parto por vía vaginal y sin incidencias a la semana 38 de gestación. No obstante, concluyen “el especialista debe estar alerta ante un dolor agudo de espalda en una mujer encinta”.
HEEE en embarazadas
Si el hematoma epidural espinal espontáneo es, ya de por sí, una condición rara en mujeres no embarazadas, entre las encintas lo es aún más, según señalan los autores. De hecho, según la literatura científica consultada por Ka-Chi Lau, autor principal del estudio, y su equipo, entre 1966 y 2015 solo se reportaron 22 casos de hematoma epidural espinal espontáneo durante el embarazo o tras la cesárea.
Entre estos casos, los lugares más habituales de aparición del HEEE fueron, en este orden:
- La columna torácica superior.
- La columna torácica media.
- La unión cervicotorácica.
En todos los casos, el dolor comenzó a irradiar hacia la columna lumbar o espalda baja a partir de la semana 16 de gestación y, casi siempre, antes de la número 22. Por otro lado, señalan, las causas más comunes de hematoma epidural espinal espontáneo resultaron ser, en este orden:
- Traumáticas.
- Neoplásicas. Por ejemplo, malformaciones vasculares.
- Iatrogénicas. Ocasionadas, por ejemplo, por una punción lumbar o una inyección epidural.
Los resultados tras el tratamiento del hematoma epidural espinal espontáneo son variables, apuntan los investigadores. Algo menos de la mitad de las pacientes llegaron a una recuperación neurológica completa, mientras un tercio de ellas lograron una recuperación parcial, explican. Una quinta parte de las afectadas por hematoma epidural espinal espontáneo quedaron paraplejicas o tetraplejicas a pesar de la cirugía de descompresión.