“Por supuesto es imprescindible asegurarse a conciencia de que los productos hayan pasado los controles pertinentes”, explica la institución médica, “si la pintura no es de calidad, puede provocar reacciones alérgicas, conjuntivitis e incluso lesiones en la córnea de los niños”. Además, algunas pinturas pueden contener plomo, un metal tóxico que, tras entrar en contacto con la piel, puede llegar a almacenarse en los sistemas óseo, sanguíneo y reproductivo, según advierte la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) de Perú. 

Además del origen de los productos, es necesario tener en cuenta otra serie de pautas, como limpiar e hidratar la piel antes de aplicar el maquillaje o evitar pinturas de tipo oclusivo, especialmente entre adolescentes que padezcan acné o tengan una piel grasa. Los pequeños con pieles sensibles o atópicas también pueden disfrutar de la experiencia de disfrazarse, pero antes "deberían probar el maquillaje en la piel del antebrazo durante varios días para comprobar su inocuidad", resume la Academia Española de Dermatología y Venereología

Así mismo, es recomendable “emplear para cada zona de la cara el maquillaje de Halloween adecuado y diferenciar las áreas más sensibles, como los párpados y las pestañas, del resto de la piel”, explica el oftalmólogo Javier Hurtado. Por otro lado, siempre es preferible hacer un uso personal del maquillaje y no compartir pinturas, ni si quiera entre hermanos o amigos cercanos.

Esta “es la mejor forma de evitar infecciones transmisibles como la conjuntivitis”, asevera Hurtado. De otro modo, los pequeños podrían pasar entre 7 y 10 días con “picazón, visión borrosa, hinchazón y enrojecimiento de la conjuntiva, lagrimeo y una secreción ocular blanca ligeramente espesa”, ilustra el especialista. Pero, “junto a la nota de color en la cara, el pelo de los pequeños también suele formar parte de los disfraces más escalofriantes”, añade el oftalmólogo.

Algunos pigmentos contenidos en los tintes pueden producir alergias e irritaciones, especialmente si su aplicación es en espray, ya que el líquido puede llegar a los ojos y el rostro. Si esto llega a suceder, es imprescindible “seguir las indicaciones del fabricante y limpiar los ojos con abundante suero fisiológico”, aconseja, “pero siempre hay que evitar restregar y extender el producto”, especifica.  

Una vez finalizada la celebración de Halloween, llega el momento de desmaquillar a los niños. “Limpiar la cara minuciosamente es tan importante como escoger el maquillaje”, recalca Hurtado, “en ocasiones, incluso es más agresivo el producto desmaquillante que la propia pintura”. Para acabar la fiesta en paz, lo mejor es evitar los cosméticos waterproof, que implican frotar más para su retirada o emplear disolventes más agresivos.