Esta pérdida de visión cercana motivada por la edad es inevitable e independiende de problemas oculares previos, según recalca Agirretxe, presidente de la Asociación Oftalmológica del Norte (AON). No obstante, matiza, “es cierto que se manifiesta antes en hipermétropes que en miopes, sobre todo si no se han tratado”.

La anemia acentúa el “síndrome de los brazos largos”

Aunque no hay forma de prevenirla, sí existen ciertos factores que pueden acentuar la presbicia, tales como la anemia, la diabetes, el uso de ciertos medicamentos o hábitos que impliquen un uso constante de la visión. Estos aspectos contribuyen a crear en el paciente fatiga ocular, dolor de cabeza o la sensación de necesitar más iluminación para ver correctamente.

“La vista cansada se basan en la dificultad para enfocar objetos cercanos”, resume Agirretxe; por eso, al leer “los pacientes tienen la sensación de que las letras se amontonan y la necesidad de extender los brazos para alejar los objetos y poder leer mejor, lo que se conoce como el síndrome de los brazos largos”.

Para minimizar estos efectos, el oftalmólogo sugiere hidratar bien los ojos y parpadear con asiduidad. Según recoge la nota de prensa, también es recomendable “iluminar muy bien los espacios, principalmente por la noche, porque así conseguimos aumentar la profundidad de foco de la pupila”.

El éxito de la cirugía depende del buen diagnóstico

Hasta hace poco, la única opción para el paciente de presbicia era el uso de lentillas o gafas de lectura; sin embargo, cada vez son más quienes se plantean una cirugía. “El 80% del éxito de estas operaciones depende de un buen diagnóstico personalizado a partir de pruebas exploratorias previas y una correcta intervención por parte del oftalmólogo”, advierte.

“La consulta previa es la que determina la indicación quirúrgica, donde el experto debe aconsejar con total honestidad las posibilidades reales de tratamiento, con las limitaciones y riesgos que supone”, considera el oftalmólogo del ICQO. Entre las ventajas se cuenta por ejemplo la corrección de defectos refractivos preexistentes o la supresión de futuras operaciones de cataratas.