La FDA indica que las lentillas de colores no son "de talla única". Un oculista debe medir cada ojo para ajustarlo correctamente y evaluar cómo responde el órgano al uso de lentes de contacto. Un ajuste pobre puede causar daño grave a los ojos, como:
- Arañazos en la córnea.
- Infección corneal.
- Conjuntivitis.
- Disminución de la visión.
- Ceguera.
La organización señala que los lugares que venden lentillas de colores sin receta le dan pocas o ninguna instrucción al usuario sobre cómo limpiar y cuidar las lentes. “No utilizar una solución antiséptica adecuada para mantener las lentes de contacto limpias y húmedas puede provocar infecciones”, dice Bernard P. Lepri, optometrista de la FDA en la rama de lentes de contacto y dispositivos de retina. "Las infecciones bacterianas pueden ser extremadamente rápidas, dar lugar a úlceras corneales y causar ceguera, a veces en tan solo 24 horas si no se diagnostica y se trata con prontitud".
"El problema no está en las lentillas de colores o decorativas", agrega Lepri. "Es la forma incorrecta en que las personas las usan, sin una receta válida, sin la participación de un profesional de la visión cualificado o sin el seguimiento profesional adecuado".
La FDA es consciente de que muchos lugares venden lentillas de colores y decorativas a consumidores de manera ilegal a un precio de 20 dólares. Por este motivo, la institución ha publicado en qué lugares no se deben comprar estos productos:
- Vendedores ambulantes.
- Salones o tiendas de belleza.
- Boutiques.
- Tiendas de novedades.
- Tiendas de Halloween.
- Tiendas de discos.
- Tiendas de playa.