Seenu Hariprasad, profesor de Oftalmología y Ciencia Visual en la Universidad de Chicago, ha propuesto monitorizar el cumplimiento de la postura preoperatoria mediante el uso de sensores de posicionamiento en pacientes oftalmológicos. El objetivo sería comprobar si la restricción de los movimientos de la cabeza previene la progresión de los desprendimientos de retina (DR) por efecto de la gravedad.
El estudio prospectivo desarrollado por Hariprasad incluyó a 98 pacientes con riesgo máximo de DR, que fueron instruidos para permanecer en reposo, tumbados sobre el lado donde el riesgo de desprendimiento fuese mayor. El cirujano y su equipo realizaron tomografías de coherencia óptica tanto al inicio del estudio como antes y después de cada interrupción del reposo; por ejemplo, durante las comidas o las visitas al cuarto de baño.
Con estas imágenes, los investigadores pudieron cuantificar la distancia de desplazamiento del borde de la retina desprendida y la velocidad de desplazamiento positivo y negativo (alejándose o acercándose a la fóvea, respectivamente). Los resultados, que publica la revista Ophthalmoloy, mostraron que el desprendimiento de retina progresaba durante las interrupciones (-61 micras de desplazamiento) y se estabilizaba con el descanso (2 micras).
Según el texto, que recoge la American Academy of Ophthalmology, la velocidad media de desplazamiento del borde fue de +1 micra/hora durante el posicionamiento preoperatorio y -149 micras/hora durante las interrupciones. “Los hallazgos muestran claramente que el reposo preoperatorio puede disminuir la progresión del desprendimiento”, concluye Hariprasad, “por lo tanto, la técnica de posicionamiento es altamente beneficiosa en casos donde la cirugía deba retrasarse”.