El Sun Yat-sen University Cancer Center y la Universidad de California en San Diego (UCSD) proponen la biopsia líquida como medio diagnóstico temprano del carcinoma hepatocelular (HCC), especialmente en sus primeras fases. Según los resultados, que publica Nature Materials, este análisis del ADN circulante del tumor en sangre (ctDNA), ha demostrado una sensibilidad y especificidad en el diagnóstico superior a otras pruebas.
El director y fundador del Instituto de Medicina Genómica de la UCSD y autor principal del estudio, Kang Zhang, observó los perfiles de metilación del ADN de 1.098 pacientes de HCC y 835 controles sanos. Una vez identificado el panel específico de marcadores de metilación correlacionados con HCC, se puso a prueba su eficacia en la detección.
“En una gran cohorte clínica, nuestro diagnóstico basado en la sangre estaba altamente correlacionado con la carga del tumor, la respuesta al tratamiento y la etapa de cáncer”, señala Zhang. El investigador considera que, en este momento, “los oncólogos están muy limitados en la forma de detectar el cáncer hepático y evaluar el tratamiento”.
Según cuenta, actualmente los únicos métodos disponibles para la detección de este cáncer son la ecografía y el marcador tumoral no específico de alfafetoproteína (AFP). La baja sensibilidad de este último limita su utilidad clínica a los cánceres muy avanzados, de manera que las biopsias líquidas representan una mejor alternativa, asegura Zhang.
Se trata de un método mínimamente invasivo que, además, se puede hacer en cualquier momento de la terapia. Esto, explica Zhang, “permite a los médicos monitorizar los cambios moleculares en los tumores en tiempo real”. Además, el ctDNA representa toda la imagen molecular de la formación maligna, cosa que no ocurre con la disección tumoral, que analiza únicamente una parte del quiste.