Los investigadores han revisado la literatura científica relacionada con 2 técnicas mínimamente invasivas para tratar el cáncer prostático: la crioterapia y el HIFU. Se incluyeron pacientes de bajo riesgo o riesgo intermedio según criterios D’Amico, mientras que los pacientes con cáncer de próstata de alto riesgo o los que habían recibido tratamientos previos fueron excluidos.
En total, se revisaron 14 estudios prospectivos o retrospectivos no aleatorizados con 350 pacientes tratados mediante crioterapia y 1.107 pacientes tratados con HIFU; tenían 75 años de media.
La tasa de recidiva anatomopatológica osciló entre el 13 y el 26% en los pacientes tratados con crioterapia y entre el 7 y el 68% en los tratados con HIFU. La continencia global a los 12 meses fue de un 97,6-100% y un 96-100% en crioterapia e HIFU respectivamente. El HIFU reportó tasas de potencia del 89%, 52-80% y 33-78% en terapia focal, hemiablación y terapia total respectivamente.
Por su parte, la crioterapia focal mostró tasas de potencia completa del 86-100% a los 12 meses, 76,9-100% de hemiablación y 39% de terapia total. Con estos datos, los investigadores concluyen que ambas técnicas presentan unos resultados funcionales equiparables, aunque los resultados oncológicos son algo más pobres en el caso de HIFU. Esto, aseguran, es “reflejo de una curva de aprendizaje más complicada, que puede abocar su uso a centros con alto volumen de pacientes”.