Los resultados muestran que el gen Snail1 tiene un rol clave en la proliferación de este tipo de cánceres y, por tanto, el desarrollo de fármacos capaces de bloquear este gen podría ayudar a impedir la invasión tumoral. La mayoría de los tumores se producen cuando células epiteliales -aquellas que componen el tejido que cubre el cuerpo por dentro y por fuera- proliferan de manera incontrolada, invaden los tejidos circundantes y ocasionalmente se implantan en otros órganos creando las metástasis.
Los tumores epiteliales no están formados exclusivamente por células de este origen, sino que las células que los rodean, denominadas estroma, también participan en su crecimiento y evolución. Los investigadores han analizado la cooperación entre células tumorales y uno de los componentes del estroma, los fibroblastos, y han identificado los mecanismos que tienen lugar durante esta interacción que propicia la invasión tumoral.
“Las células cancerosas, mediante la secreción de factores solubles, predominantemente el TGFβ, inducen a los fibroblastos un proceso llamado activación, que depende de la expresión del gen Snail1. Cuando los fibroblastos se activan se vuelven más móviles e invasivos y, con la intervención de factores como la prostaglandina (PGE2), son capaces de guiar la invasión de las células tumorales”, explican los expertos en el estudio.