El gen VAV1, vinculado a la formación de un gran número de tumores, podría también suprimir algunos tipos específicos de leucemia linfoblástica aguda de linfocitos T. Ese es el principal hallazgo de un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC), publicado, recientemente, en la revista Cancer Cell.
Los expertos del CIBERONC explican que los linfocitos T sufren alteraciones genéticas en algunas ocasiones, lo que provoca que se transformen de agentes protectores a células malignas que originen tumores. La leucemia linfoblástica aguda de linfocitos T es uno de los cánceres más frecuentes que se originan a partir de estas células. La supervivencia de los pacientes con estos tumores es del 68%, por lo que es importante investigar en nuevos tratamientos.
El equipo de investigación utilizó ratones modificados genéticamente, así como líneas celulares representativas de la leucemia linfoblástica aguda de linfocitos T y células derivadas de pacientes. A través de ellas, identificó a VAV1 como uno de los genes supresores que evitan la formación de estos tumores y estableció el mecanismo molecular que media el efecto antitumoral, basado en el control de los niveles de ICN1, una proteína que acelera la formación de estos tumores.
Funciones antagónicas
La investigación muestra que el gen VAV1 elimina al acelerador ICN1 y provoca que desaparezca de las células tumorales a través de la formación de un complejo multiproteico con la proteína CBL-B. Esto provoca que el crecimiento de las mismas se detenga y que mueran, según indica Xosé R. Bustelo, director del estudio.
Además, los científicos han identificado el mecanismo por el que las células tumorales desarrollan el freno, que está basado en la generación de alteraciones genéticas que provocan la activación espuria de unas proteínas denominadas TLX, las cuales suprimen la expresión del gen VAV1 en las células tumorales mutadas. Esta acción es la que provoca que se elimine el freno de la expansión incontrolada de las mismas, según sugieren los investigadores.
Si se reactiva el gen VAV1 se puede frenar el crecimiento de las células alteradas genéticamente e inducir su muerte de manera rápida, lo que indica que podría utilizarse como diana terapéutica en un futuro. Aunque ya se había demostrado que este gen estaba vinculado con el crecimiento de ciertos tipos de tumores, todavía no se había descubiertos las 2 funciones antagónicas (protumorales y antitumorales) de VAV1.