El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha querido recordar que los casos de melanoma cutáneo están aumentando durante los últimos años. Esto hace que el estudio del melanoma cutáneo sea uno de los mayores desafíos científicos en la investigación oncológica, porque el melanoma maligno es el que tiene índices más altos de mortalidad.
Las investigaciones se centran en encontrar tratamientos que luchen contra las células tumorales, y en localizar los biomarcadores mediante tejidos y sangre que sean capaces de determinar si un paciente es candidato a sufrir un melanoma. Los proyectos científicos se llevan a cabo en el Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces y el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia.
En esta línea de investigación, participan biólogos, químicos, matemáticos, físicos y médicos, entre otros profesionales que buscan genes susceptibles de causar melanoma cutáneo, como el gen BRAF, a través de marcadores de la lesión cutánea, del análisis del genoma o de las biopsias líquidas.
La identificación de los biomarcadores es importante para saber las alteraciones originadas dentro del tumor a nivel celular, lo que supone una óptima vía de información de cara a las futuras intervenciones terapéuticas. Todos los resultados se comprobaron en muestras de 300 pacientes que aún esperan su publicación.
Sí se conoce la existencia de moléculas que ocasionan que las células tumorales se incrementen, y su disminución podría ser un sistema adecuado para bloquear la actividad maligna. Hace unos años, concretamente en 2013, se identificó una serie de biomarcadores que pronosticaban el melanoma y aún siguen en fase de protección de la patente.
Desde el equipo de Oncología Molecular de Biodonostia trabajan para identificar biomarcadores y para evaluarlos y acertar así en el diagnóstico del melanoma cutáneo. También buscan factores de resistencia a medicamentos y de otras dianas terapéuticas.