Ibrutinib combinado con rituximab aumenta la supervivencia libre de progresión en pacientes con macroglobulinemia de Waldenström en recaída o refractaria no tratados previamente en comparación con placebo combinado con rituximab. Así lo ha demostrado el ensayo de fase 3 iNNOVATE (PCYC-1127), cuyos resultados presentó Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson en la última edición del Congreso anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO).
Según ha informado la compañía, la macroglobulinemia de Waldenström es una forma rara de linfoma no Hodgkin que provoca una producción excesiva del anticuerpo monoclonal inmunoglobulina M (IgM). El exceso de esta proteína en la sangre hace que esta se espese, dando lugar a síntomas diversos. Afecta a 7,3 varones y 4,2 mujeres por cada millón de personas en Europa. En 2015, la Comisión Europea autorizó ibrutinib para pacientes con esta patología que hubieran recibido tratamiento previo o en los que no se recomendaba la inmuno-quimioterapia.
El ensayo ha revelado que reducción del riesgo de progresión de la enfermedad o muerte del 80% en los pacientes con macroglobulinemia de Waldenström que recibieron ibrutinib con rituximab respecto a los que recibieron placebo y rituximab. Tras una mediana de seguimiento de 26,5 meses, el tratamiento con ibrutinib más rituximab mejoró la supervivencia libre de progresión en comparación con rituximab en monoterapia; además, las tasas de respuesta global y de respuesta mayor fueron significativamente superiores en el primer grupo, que también experimentó mejoría en los niveles de hemoglobina.
“Estos datos demuestran que el tratamiento con ibrutinib más rituximab produjo una notable mejoría de la supervivencia libre de progresión en pacientes con macroglobulinemia de Waldenström en todas las líneas de tratamiento, independientemente de los subtipos de pacientes, en comparación con placebo más rituximab”, señaló Meletios A. Dimopoulos, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas (Grecia) e investigador principal del estudio iNNOVATE.
“No solo se constató una diferencia estadística y clínica notable en cuanto a eficacia en comparación con rituximab en monoterapia, sino que la combinación de ibrutinib y rituximab no dio lugar a ninguna señal de seguridad imprevista”, añadió el experto.
Ibrutinib es el primer inhibidor de su grupo de la tirosina cinasa de Bruton (BTK) que actúa formando un fuerte enlace covalente con la BTK para bloquear la transmisión de señales de supervivencia celular en los linfocitos B malignos. Al bloquear esta proteína BTK, el ibrutinib ayuda a destruir y reducir el número de células cancerosas, con lo que retrasa la progresión del cáncer. El fármaco está autorizado para leucemia linfocítica crónica, linfoma de células del manto y macroglobulinemia de Waldenström.