El uso conjunto de la fosfatasa alcalina ósea y al antígeno prostático específico (PSA) como marcadores de metástasis ósea en cáncer de próstata mejora la sensibilidad. Es una de las conclusiones de un estudio de investigadores del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca que se presentó en el XI Congreso Nacional del Laboratorio Clínico, Labclin 2017.
El trabajo buscaba determinar qué biomarcador o conjunto de biomarcadores indica mejor la presencia de metástasis ósea en cáncer de próstata. Se determinaron la fosfatasa alcalina ósea, PSA, CYFRA 21-1 en 52 varones diagnosticados de cáncer de próstata en el Servicio de Urología del Hospital Clínico de Salamanca. Tenía 73 años de media.
La población presentó una distribución no normal para los 3 parámetros estudiados, de acuerdo con el test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov, por lo que se determinaron medianas y rangos intercuartílicos. El uso de un punto de corte de 9,32 ng/mL para PSA y de 22,10 ug/L para la fosfatasa alcalina ósea proporcionaron una sensibilidad del 76% y una especificidad del 74%.
La utilización conjunta de ambos marcadores mejoraba la sensibilidad hasta un 80%, manteniendo la especificidad en el 74%. La inclusión de CYFRA, sin embargo, no suponía una mejora ni en la sensibilidad ni en la especificidad a la hora de detectar metástasis ósea en cáncer de próstata.